Abrasiones Corneales
Son una de las lesiones oculares muy frecuentes. Estas ocurren cuando arena, polvo , entra en el ojo. En algunas ocasiones son dolorosas, no suelen ser graves en pocos días se cicatriza, pero en otras ocasiones puede ser mas grave y la visión se ve afectada a largo plazo.
El globo ocular se aloja dentro de lo que se denomina el hueso malar. El hueso malar protege la parte interior del ojo, pero no puede proteger la parte que sobresale. Esta parte está recubierta por un tejido transparente llamado córnea. La córnea ayuda al ojo a enfocar y protege otras partes del ojo, como el iris (la parte coloreada) y la pupila (la parte de color negro que se contrae en respuesta a la luz). Una abrasión corneal ocurre cuando algo rasguña, corta o raspa la córnea.
Las abrasiones corneales pueden ser dolorosas, pero, generalmente, cicatrizan con rapidez y no causan problemas persistentes. En casos excepcionales, las abrasiones corneales pueden infectarse y provocar un trastorno grave llamado úlcera corneal. Por ese motivo, es importante que un médico examine el ojo de su hijo si usted cree que puede tener una abrasión corneal.
Causas
El ojo tiene otras defensas, además del hueso malar. Los párpados y las pestañas trabajan para mantener las partículas extrañas fuera de los ojos. Cuando las partículas logran atravesarlos y llegan a la córnea, las lágrimas ayudan a quitarlas. No obstante, a veces, un objeto extraño hace contacto con la córnea de un modo que rasguña, corta o lesiona la superficie. Las cosas que pueden causar lesiones en la córnea son el polvo, la arena, las virutas de madera, el heno, las chispas, los insectos, los trozos de papel e incluso las uñas. Las sustancias químicas irritantes, el uso inadecuado de lentes de contacto, las luces fuertes, así como las reacciones a las soluciones para lentes de contacto y el maquillaje para ojos también pueden provocar lesiones en la córnea.
Síntomas
Dado que afectan el funcionamiento de la córnea, las abrasiones corneales pueden causar problemas de visión. Es posible que su hijo se queje porque siente picazón o ardor en el ojo, porque no puede ver tan bien como acostumbra o porque las cosas se ven borrosas. Otros síntomas pueden incluir:
- sensibilidad a la luz
- ojos rojos o inyectados en sangre
- párpados hinchados
- ojo lloroso y aumento de las lágrimas
- la sensación de que hay algo en el ojo (sensación de un cuerpo extraño)