¡Cuidemos nuestros Párpados!
No todos los problemas de los ojos se relacionan con la vista. Algunos tienen que ver, por ejemplo, con los párpados, que ayudan a proteger a los ojos: los humedecen y los limpian del polvo, la suciedad y otras partículas. Y esto no es un tema menor, ya que puede tratarse de cuestiones más o menos serias, que en general, requieren de atención especializada.
Por ejemplo, un caso muy común es el orzuelo (perrilla). ¿Te ha salido alguna vez una especie de grano o bulto rojo muy doloroso y molesto en el ojo? Si no te ha pasado a ti, posiblemente conozcas a alguien que lo ha tenido. Eso es un orzuelo, y se trata de una infección en unas glándulas que hay en el párpado llamadas de Zeiss, en la base de las pestañas que provoca esa formación dolorosa y enrojecida. En general, las molestias del orzuelo disminuyen tras la aplicación frecuente de compresas calientes. Este problema es muy común en los niños.
Otro tipo de inflamación en el ojo, en otra glándula, la de Meibomio causa el llamado chalación (su nombre proviene del griego y significa pequeño bulto). Esta se caracteriza por la presencia de un nódulo firme, generalmente no doloroso en los párpados superiores o inferiores, pero por dentro (a diferencia del orzuelo que es por fuera). Las glándulas de Meibomio, por cierto, producen grasa para lubricar el ojo. El chalación tiende a ser crónica, es decir que se repite continuamente, y se diferencia del orzuelo porque no tiene signos agudos. Y aunque muchas veces los chalaciones desaparecen solos, cuando su crecimiento altera la vista o causa problemas por su tamaño, puede ser necesario quitarlos.
Y no sólo las infecciones pueden atacar a los párpados. Un problema un poco más complicado es el de los párpados caídos, que también se conoce como ptosis o blefaroptosis y es una condición en la cual el borde de la parte superior del párpado cae a una posición por debajo de lo normal. En muchos casos, el párpado caído puede cubrir la totalidad o parte de la pupila e interferir con la visión.
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