El Glaucoma una enfermedad degenerativa

Otra de las enfermedades que se deriva de la diabetes es el glaucoma es una enfermedad degenerativa causada por el aumento de la presión dentro del ojo. El ojo contiene en su interior un líquido parecido el agua que se renueva constantemente, pero si falla el sistema de drenaje, la presión intraocular aumenta y puede dañar el nervio óptico.

Se desconocen las causas que producen esta enfermedad, aunque en ocasiones puede afectar a varios miembros de una familia. Por eso, si se tienen antecedentes familiares, es aconsejable acudir al oftalmólogo con regularidad. En cualquier caso, se recomienda una revisión por lo menos cada dos años, porque la detección del glaucoma resulta muy sencilla.

Al principio, la mayor presión ocular no produce ningún síntoma. Los síntomas posteriores pueden incluir:

  • Estrechamiento de la visión periférica
  • Ligeros dolores de cabeza
  • Sutiles trastornos visuales como ver halos alrededor de la luz eléctrica o tener dificultad para adaptarse a la oscuridad.
  • Un estrechamiento extremo de los campos visuales que dificulta ver objetos a ambos lados cuando se mira al frente.

¿Como se diagnostica el glaucoma?

A través de la medición de la presión intraocular, una prueba indolora que se realiza en pocos minutos, se puede sospechar de la existencia de la dolencia. Las personas con glaucoma presentan una elevación anormal en la presión intraocular. Sin embargo, no todas las personas con tensión intraocular elevada tienen glaucoma, se trata sólo de uno de los posibles síntomas de esta enfermedad ocular. En estos casos se requieren realizar otro tipo de pruebas adicionales para corroborar el diagnóstico: la perimetría o examen del campo visual y la oftalmoscopia u observación del nervio óptico en el fondo de ojo.

El tratamiento depende del nivel en que se encuentre la enfermedad:

  • El tratamiento del glaucoma primario puede controlarse con medicación tópica o bien con cirugía de láser o una implantación valvular, que facilite el drenaje.
  • El glaucoma de ángulo cerrado (crónico o simple) es menos frecuente y puede manifestarse con dolor ocular, cefaleas, visión borrosa, náusea y vómitos. El tratamiento definitivo consiste en la utilización de láser, aunque si es crónico también requerirá la administración de fármacos tópicos.

Pregunta por nuestros tratamientos en el Centro Panamericano de Ojos será un placer atenderte.

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