¿Cuáles son los tipos de degeneración macular?

¿Cuáles son los tipos de degeneración macular?

 

Degeneración macular seca o atrófica (llamada también no neovascular) con drusas

La mayoría de las personas que tienen degeneración macular desarrollan la forma seca. Esta condición es causada por el envejecimiento y adelgazamiento de los tejidos de la mácula. Por lo general, la degeneración macular comienza cuando unas partículas pequeñas de proteínas grasosas (drusas), que pueden ser amarillas o blancas, se forman por debajo de la retina. Eventualmente, la mácula puede hacerse más delgada y dejar de funcionar correctamente.

Con una degeneración macular seca, la pérdida de la visión suele ser gradual. Las personas que desarrollan una degeneración macular seca deben hacer un seguimiento cuidadoso y constante de su visión central. Si usted nota algún cambio en su visión, avise a su oftalmólogo (Médico de los Ojos) de inmediato, ya que la condición seca puede transformarse en una degeneración macular húmeda (exudativa), la cuál es mucho más perjudicial. Si bien no existe ningún medicamento o tratamiento para la degeneración macular seca, algunas personas pueden beneficiarse con un régimen de vitaminas especial para esta condición.

Degeneración macular húmeda o exudativa (también llamada neovascular)

Alrededor de un 10 por ciento de las personas que padecen de degeneración macular tienen la forma húmeda. Esta puede causar más daño a la visión central o la visión detallada que la forma seca.

La degeneración macular húmeda ocurre cuando hay un crecimiento de vasos sanguíneos anormales por debajo de la retina. Este crecimiento de vasos sanguíneos se llama neovascularización coroidal (NVC), ya que crecen en la capa debajo de la retina llamada coroides. Estos nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas de líquido o sangre, causando visión borrosa o una visión central distorsionada. La pérdida de la visión con este tipo de degeneración macular puede ser más rápida y más evidente que la de una degeneración macular seca.

El riesgo de perder una visión detallada depende del tiempo que tengan los vasos sanguíneos anormales para continuar creciendo o producir fugas de líquido o sangre (entre más tiempo pasa, mayor es el riesgo). Además, si el crecimiento de vasos sanguíneos anormales ocurre en un ojo, existe el riesgo de que lo mismo ocurra en el otro ojo. Mientras más temprano se diagnostique la degeneración macular húmeda, más posibilidades hay de poder preservar algo o gran parte de su visión central. Por eso es muy importante que usted y su oftalmólogo supervisen la visión de cada ojo cuidadosamente.

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