Los problemas refractivos
Para poder ver bien, se necesita que las imágenes lleguen claras y correctamente al cerebro para que las pueda identificar y procesar, porque no vemos con los ojos sino que las imágenes son grabadas y se envían al cerebro cuando esto sucede, se dice que los ojos son normales o emétropes.
Pero cuando las imágenes no llegan de forma nítida porque los rayos de luz llegan a un foco o lugar del ojo inadecuado, se producen distorsiones que dependen del problema ocular y a esto se le denomina ojo anormal o amétrope.
Los principales problemas de refracción visual son:
- Miopía:
Se presenta cuando los rayos de luz se enfocan delante de la retina y no directamente sobre ella, haciendo que los objetos cercanos se vean fácilmente, pero los lejanos sean difíciles de distinguir. Este problema se debe a una deformación del globo ocular, que se presenta alargado o porque el cristalino tiene una distancia focal menor a la normal y se corrige con lentes cóncavos que alargan la distancia focal o con cirugía refractiva.
- Hipermetropía:
Cuando lo rayos de luz proyectan la imagen en un punto detrás de la retina, haciendo que los objetos cercanos se vean borrosos. Este problema es provocado por una córnea o cristalino con poca curvatura o porque el eje anteroposterior del ojo es más corto. Se compone con lentes convexos que son más gruesos en el centro que en los bordes y acortan la distancia focal o con cirugía refractiva.
- Astigmatismo:
ocurre cuando hay una deformación en varias partes de la córnea, la membrana trasparente que cubre al ojo, ocasionando que no se forme un foco sobre la retina, sino una imagen confusa generalmente incompleta o distorsionada. Los lentes que corrigen este problema son los cilíndricos, que encauzan los rayos de luz hacia un punto focal único. También se corrige con cirugía refractiva. Este problema ocasiona dolores en los ojos y cabeza y mucha fatiga visual.
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