Síndrome Down y los problemas oftalmológicos
El 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down. Y para conmemorar ese día puedes conocer más acerca de los problemas oftalmológicos que las personas con Síndrome Down corren el riesgo de padecer.
Los niños con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de sufrir una variedad de trastornos oftalmológicos, como estrabismo, alto error refractivo, cataratas, obstrucción del conducto lagrimal y blefaritis. La agudeza visual de los niños con síndrome de Down es generalmente menor que la de otros niños de la misma edad. La observación cercana y el manejo de los trastornos por parte de un oftalmólogo pediátrico es necesario, ya que la discapacidad visual, además de las dificultades sociales, de comportamiento y emocionales que experimentan las personas con síndrome de Down, puede ser un impedimento importante para la calidad de vida.
Dentro de los trastornos de la motilidad ocular cabe destacar el estrabismo y el nistagmus. Hasta un 15% presentan alguna forma de nistagmo. Es muy importante diagnosticarlo en los niños con síndrome de Down, porque en muchas ocasiones es responsable de una mala agudeza visual, frecuentemente bilateral.
Las cataratas en el síndrome de Down presentan características diferentes según la edad a la que aparecen. La prevalencia en el síndrome de Down es bastante elevada (hasta un 86% según algunos autores), aunque sólo requieren intervención quirúrgica en un pequeño porcentaje de casos.
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